Un día te vi…
niña vestida de mujer …
tan grande , tan pequeña..
Fragilidad no deseada…
Piel de blanca porcelana, sueños de cristal..
Tan inocente y tan perversa…
No te decidías a vivir…
Rondabas por los terribles bosques de la pasión,
y entregabas toda tu vida en una sola partida…
Sin miedo a perder el juego…
Confianza ciega y dilapidada…
La candidez no te ha protegido del dolor…
te escapabas del mundo sin asumir siquiera,
que si corres nadie te ha de alcanzar…
y es por ello que la soledad te perdió…
Tanto miedo agazapado al daño…
y sin embargo te entregaste sin mas
caíste en tu propia red y amaste sin fin…
Tan mujer…tan chiquilla…
con un resquebrajado corazón….
Hoy las heridas son mas grande que las de tus rodillas al caer,
y en tu caminar el sufrimiento te alcanzo…
Paloma candida que volaste por un cielo oscuro
Y a quien la lluvia atrapo,
Tremendo temporal por el que te paseaste..
Y tus alas heridas curas hoy con valor….
Cuanto camino lloraras compungida…
Y cuantas alegrías te han de esperar…
Te veo…Sentada, acariciando tu vientre
con un bendecido amor maternal….
No importa el precio… Triunfaras…
Rodeadas de balbuceos y colmada de amor,
La niña que dejo de serlo…
La madre que florecerá….
Fiera dormida, con fuerza sobrenatural…
Que apuesta todo en una jugada….
Y que ahora ha de ganar colosal felicidad…
Adiós niña querida…Bienvenida MAMA.
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