sábado, 4 de diciembre de 2010

UN ARMA PARA UN QUIJOTE...

El silencio nos ahogo. Se instalo entre nosotros, en nuestro hogar y en nuestra cama….los pingüinos de aquel autor se instalaron en nuestra habitación. Y callamos.
Seguimos en silencio guardando en nuestro equipaje cada palabra no dicha, cada caricia negada…y nuestro alrededor reino, lo exterior  nos colmo…los temas de la vida de otros nos ocupaba, reemplazando lo no expresado de nuestro amor…
Y como una flor muere en el plástico que lo guarece, así fue marchitándose nuestro lozano sentimiento, con temor a salir de su papel por encontrarse con una muerte súbita, prefiriendo la lenta agonía de la perdida mesurada, velando …y muriendo de a poco.
Sin pensar que el dialogo veraz, las palabras dichas a tiempo aunque crueles con el ego, aunque acidas, serian como cauterizadores de nuestras heridas…
Seguimos sentados viendo la imagen de aquella caja boba…mirándonos sin vernos en realidad , moviendo la cabeza , recordando lo que una vez soñamos hacer cuando estuviéramos finalmente solos, cuando los resultados de nuestra lucha hubieran terminado, y ahora….solo había silencio.
Cada uno con su vida encaminada, con planes con un compañero de vida, pero sin el amor como asignación…y nuestro anhelado amor, se había transformado en una casa de cristal
El que decía la primera piedra, tiraria por tierra con años de sueños, seria abrir las manos para que el amor se nos escurra entre los dedos. y ninguno lo hacia. Sufríamos de a dos, con la cobardía de no separarnos y con temor a las palabras….sin darnos demasiada cuenta que algo quedaba, algo que motivaba esa necedad de acompañarnos…miedo a la soledad?..no, ambos la recorríamos en su triste dimensión a diario y rodeados de gente…era miedo…a no tener el roce amado, ese que nos brindo tibieza en la frialdad de la vida, el que fue el arma indicada cuando los molinos de viento pretendieron vencernos, la pasión reconocida…desconocida hasta que la presencia en la vida del otro fue milagrosamente posible…neciamente por no perder…abrazamos el silencio …mismo que no conoce mas senda que el olvido , la distancia muchas veces no física sino emocional…la que acalla los sueños..la tumba para el amor…la tapa de aquel sepulcro que encierra todo y nos deja mas solo…vetustos, vencidos, ahajados y sin esperanza…
Y en un grito sin sentido, el corazón dice lo que no los labios, si nos quedamos es para amarnos, porque allí dentro uno del otro todavía estamos, y el primer gesto reticente..busca llegar a ser escuchado , pero el ego y el orgullo al silencio le siguen como cómplices inhumanos..
Y todo es silencio…menos la guerra del corazón y el alma con la mente fría y aciaga…, no siempre lo que tenemos es lo que queremos y de la forma en que lo deseamos, pero temiendo lastimar nos callamos…
Porque no hablamos…es  la pregunta  que nos envuelve…porque entregamos lo que tendríamos que atesorar…y en este marasmo indeseado sin palabras, nuestro  ojos murmuran el tan deseado “abrázame amor…volvamos a comenzar, dándonos la oportunidad de  colmar de vida, lo que un día descubrimos sin pensar…te amo”…
Pero callamos…una vez más…